Son conocidas por su característico color verde o azul metálico, se alimentan de fecas, cadáveres, alimentos putrefactos y otros. En su mismo alimento se reproducen y ponen sus huevos, una hembra puede llegar a poner centenares de huevos los que bajo las condiciones precisas pueden eclosionar en un día. El posarse en sus alimentos también están sintiendo el sabor de estas, ya que pueden sentirlo por medio de sus patas, por medio de este contacto también son excelentes en esparcir bacterias y agentes patógenos.